Resultantes de...
Hoteles, fábricas y hospitales, teatros, estaciones ferroviaria, manicomios, mansiones, e incluso pueblos y ciudades, acumulan a lo largo del mundo el polvo y la decadencia propias del abandono. Por múltiples motivos, que van desde decisiones empresariales, guerras locales, accidentes (como el caso de Chernobyl, en la ex Unión Soviética), crisis económicas o cualquier otra razón causante de que poco a poco ante nuestros ojos se desmoronen mezclando la extraña belleza que todas las decadencias exhiben junto a la tristeza de ver como estos desaparecen.